Desde hace varios años que el Team Building y el Desarrollo Organizacional han tomado protagonismo dentro de las empresas, como una medida en que los colaboradores se sientan realmente parte de ellas, la vean amigable, aumente el apoyo y la confianza entre los equipos de Capital Humano que la integran.
En palabras de Constanza Saravia, Coordinadora de Reclutamiento y DO de Grupo Alcansa, “fomentar la colaboración entre los miembros de la compañía para generar trabajo en equipo, proporcionar entusiasmo y satisfacción a través de soluciones creativas con el objetivo de mejorar los procesos de comunicación e información y así establecer y lograr metas compatibles y optimistas, impulsando la responsabilidad grupal y la individual es el principal objetivo de la implementación de este tipo de actividades y políticas”.
Sin embargo, la “nueva normalidad” y el contexto pandémico por el que atravesamos globalmente, ha puesto un gran desafío para la implementación de este tipo de iniciativas; más aún con la proliferación de los modelos remotos e híbridos dentro del mundo laboral.
A esto, Constanza indica que “los valores de las empresas son transversales: un buen manejo comunicacional puede botar toda barrera que pueda parecer dificultar un buen desarrollo de Team Builing y es aquí donde la creatividad se transforma en el epicentro de los equipos de DO, proponiendo actividades híbridas y remotas que vayan en lineamiento con el trabajo en equipo y la filosofía corporativa. La nueva normalidad es un hecho, y la base de toda iniciativa de este tipo, es reforzar a los equipos, sea como sea que estén dispuestos”.
Agrega además que “es clave detectar las necesidades por área/equipo de la empresa para así reforzar los valores de equipo, mejorar el crecimiento personal y profesional de los colaboradores, trabajar aptitudes como la autoevaluación profesional, la confianza en el equipo y el compañerismo y así lograr que un área funcione y esté verdaderamente organizada”.
En Grupo Alcansa tenemos la convicción de que el Team Building refuerza los lazos afectivos, incrementa el sentido de pertenencia a la organización, mejora la comunicación, identifica fortalezas y debilidades, define los roles de equipo y fomenta una actitud más positiva que, en combinación con un todo, genera una sinergia organizacional que da paso a la innovación constante, optimización de resultados y crecimiento sostenible.
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