Actualmente, Chile es uno de los países en la OCDE que cuenta con más cantidad de horas de trabajo. De concretarse el proyecto de Jornada Laboral de 40 horas, quedaría en el vigésimo quinto lugar y se convertiría en el segundo país de América Latina con el menor horario laboral.
El texto establece la rebaja de la jornada laboral de 45 a 40 horas, aunque otorga facultades a la Inspección del Trabajo del territorio respectivo, para calificar las jornadas especiales respecto de las cuales no se aplicará la jornada de 40 horas.
Katty Zapata, Gerente General de Grupo Alcansa, indica que “como todo proyecto, tiene posibles implicancias positivas que podrían generar incrementos en la productividad dado que podría disminuir la fatiga, los errores, la accidentabilidad, el ausentismo y los conflictos entre la vida personal y laboral, entre otros.”
Puntualiza además que “sus posibles implicancias negativas van por el lado de los costos, ya que al reducirse la jornada se debe mantener el mismo sueldo, aumentando así el costo por hora en 12,5%. A su vez en muchos casos como en empresas productivas o de procesos continuos, se deberán contratar esas 5 horas faltantes como horas extraordinarias, lo que implica un 50% de recargo para dicho caso, llegando a un aumento de costos estimado en 19%, por lo que es clave trabajar en medidas y acciones que mitiguen estos efectos”.
En este sentido, las palabras del Líder Gremial de la Sofofa, Richar Von Appen toman relevancia, quien indicó que de implementarse, “hay que hacerlo con gradualidad y responsabilidad. El proyecto es parte del programa de gobierno, y hay que ver cómo esto se confronta con la realidad, pero nosotros estamos disponibles para discutir eso y que se implemente de la mejor manera posible”.
Asimismo, Katty Zapata acota que “la gradualidad resulta fundamental para que las empresas tengan un tiempo prudente para reorganizarse y que se pueda ir evaluando el impacto en pérdidas de empleo y productividad del mercado laboral, ya sea por parte de investigadores o autoridades”.
Jeannette Jara, futura Ministra del Trabajo, argumenta que “uno de los objetivos es alcanzar los estándares de todo el sistema internacional de la OCDE donde la rebaja de la jornada laboral, acompañada también de un aumento de productividad, de empleabilidad y la revisión de los aspectos que profundizan la precariedad laboral del país, se conjuguen como medidas que sean complementarias para mejorar significativamente la calidad de vida".
De acuerdo a los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el desempleo en Chile mantuvo su senda a la baja en el trimestre móvil octubre-diciembre de 2021, al retroceder hasta 7,2%, su menor registro desde el último trimestre de 2019, cuando se ubicó en 7,1%. Con esto, la tasa de desocupación acumuló ocho disminuciones anuales consecutivas.
En Grupo Alcansa, buscamos entregar soluciones proactivas de externalización de Capital Humano, en la senda a una eventual reducción de jornada laboral. En este marco, partimos con nuestra casa matriz dónde ya hemos concretado la reducción de jornada a 39,5 horas semanales, lo cual nos permite anticiparnos a esta medida y a su vez poniendo foco siempre en la productividad, mejoras de sistemas de capacitación y el mejoramiento continuo de nuestro Capital Humano.
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